lunes, 13 de mayo de 2013

EL PEQUEÑO HÉROE



CUENTO POR:   ESNEIDER DÍAZ   GRADO  6°2

Érase una vez en un  pueblo muy lejano donde todos eran muy malos, se robaban y se maltrataban entre ellos mismos, también existía la ambición y en ese lugar habitaba una señora llamada Matilda, que dio a luz un niño al cual le puso por nombre José, que al verlo parecía normal y  con el paso del tiempo su madre se fue dando cuenta que no era así.

Su crecimiento, no era normal,  pero eso no fue impedimento para él y su madre tener sueños  y darle una mejor educación que la que existía en ese pueblo.  Pero él y su madre tenía mucho miedo de la gente que habitaba allí porque existía mucha maldad. José creció y se volvió un hombre adulto y planeó reunir a toda la gente a hablar con ellos para que se unieran y dejaran tanta corrupción, tanta maldad pero ninguno estuvo de acuerdo y todos estuvieron en contra de él.

 Pasó el tiempo y todo siguió igual con represalias hacia José, cuando cierto día se lo encontraron y lo secuestraron, lo golpearon y maltrataron; lo dieron por muerto y lo lanzaron por un barracón hasta quedar en una quebrada donde había muchas peñas, José logro reaccionar antes de ahogarse;  él nadó hasta la orilla y allí acampo, luego a media noche tuvo un sueño con un ángel que le dijo que tenía que salvar su pueblo de todo lo malo que tenía.

José sin  pensarlo dos veces tomó camino, luego de varias horas de caminar llegó a la punta del barranco, se dirigió a su pueblo y cerca de allí vio un lago;  miró su reflejo y dijo:- para qué yo salvar un pueblo tan grande y con violencia, si no soy más que un enano, todos me odian por querer ayudar, - y dio la vuelta y escucho una voz que lo llamaba pero no le prestó atención;  y de la nada apareció una persona con alas, vestido de blanco que era el mismo ángel de sus sueño que le dijo: - José, te dí el optimismo suficiente para ayudar a tu pueblo, un héroe no es héroe por sus músculos ni por su estatura, sino por el tamaño y la fuerza de tu corazón, y diciendo esto desapareció.

 José entendió que era su deber guiar a su pueblo. Las personas al verlo quedaron atónitas, ver al hombre que después de golpeado, humillado y arrojado por un barranco era por algo increíble, y todos le gritaron “¡brujo!” y él les dijo: “no soy santo ni brujo, ni ustedes ni yo tenemos derecho a juzgar, y diciendo esto todos se arrodillaron y dijeron: perdónanos-  y José les contestó yo les perdono  pero le deben pedir perdón es al Dios verdadero, no a mí,  sino a él en la oración y en otras cosas más.

 Ese pueblo luego de tanta violencia se volvió un pueblo de fe y José  partió hacia otras tierras para corregir la maldad. José después de ser enano como todos le decían,  llegó a  ser para todos el pequeño héroe.

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