DESTINOS ENTRELAZADOS

Por Juan Esteban Betancur Cartagena

Hablar del proceso histórico del colegio Gabriel García Márquez, es evocar a Doña Mari, vecina de la institución en lo físico y en lo social. Sus destinos están entrelazados, sus historias se tocan, ambas con grandes esfuerzos, pero con firmeza y decisión han logrado salir adelante.

Doña Damaris Cano de Toro, mejor conocida como “doña Mari” nació en el año 1939 en Manizales, y a la edad de aproximadamente 35 años decidió mudarse al barrio Caicedo Villaliliam en Medellín, sector donde esta ubicada nuestra institución.

Cuando ella llegó a Caicedo Villaliliam decidió iniciar una tienda en la que vendía galletas, mangos, tinto etc. Ya después de haberse mudado nos comenta ella: “quería que en el barrio hubieran calles, teléfonos, alcantarillados y sobre todo una escuela; entonces comencé a trabajar para ello”.

El amor que siempre les ha tenido doña Mari a los demás y la esperanza de ver más adelante a los niños felices, influyeron en ella a tal grado que, pudo lograr que esto se hiciera posible. Entonces doña Mari junto con un grupo de aproximadamente 24 personas comenzaron a sacar piedras y tierra para así obtener un terreno en el cual poder construir una escuela. Además de esto, realizaban bailes para recoger dinero y tener presupuesto para arreglar poco a poco las calles y los alcantarillados. Todo se hizo voluntariamente y sin ánimo de lucro.

Con el esfuerzo del grupo voluntario y con la ayuda de Octavio Valencia, presidente de la acción comunal, en el año 1971 aquel terreno defectuoso ya era una escuela mixta llamada ESCUELA VILLALILIAM, esta contaba con 3 profesores, laborando con 94 alumnos, dirigidos por la docente Adíela Giraldo.

La felicidad de Doña Mari fue inmensa, se refleja aun en su sonrisa y en sus ojos. Y expresa que “ayudar a los demás es lo que me gusta hacer”.

En 1972 la escuela pasó a ser dirigida por Peregrino Ruiz; para este entonces, ya contaba con 290 alumnos y 6 profesores. Peregrino Ruiz fue el autor de la letra del himno de la escuela Villaliliam y doña Mari junto con los profesores existentes se encargaron de darle el ritmo.

Luego, nuestra vecina aun con la tienda, decidió organizar un restaurante comunitario para la alimentación de los estudiantes. El restaurante tenía un costo de 500 a 600 pesos por alumno, y ella comenta que “este dinero se utilizaba para el transporte de los alimentos y para hacerles fiestas especiales a los niños”.

En 1976 la escuela Villa lilliam cambia al nombre de escuela GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ para rendirle homenaje a este escritor colombiano Gabriel García Márquez por sus logros internacionales.

En el año 2002 la escuela se convierte en INSTITUCIÓN EDUCATIVA GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ bajo la dirección de la señora María Margarita Agudelo. Ya para este tiempo la institución contaba con 40 docentes que se desempeñaban desde preescolar, básica primaria y secundaria, hasta el grado once.

Esta vecina del colegio entrega el restaurante escolar comunitario a la directora de la institución y pasa a ser parte del consejo directivo. Hacemos una pausa y ella comenta: “yo alguna vez quise que la cancha de la institución tuviera techo pero no se pudo por su altura. Además he querido que se haga otra aula para que el colegio tenga más espacio”. Y sonriente expresa su felicidad y orgullo al ver la institución, su sueño, hecho realidad.

Maria Margarita Agudelo, actual rectora de la institución Gabriel García Márquez dice: “considero a Doña Mari una “matrona”, de esas mujeres que hoy ya son pocas. Con calidad humana, grandes valores éticos y morales y con un gran espíritu de servicio. Además con un espíritu alegre y joven que contagia e incita a imitar. Es una persona bondadosa que se ha propuesto cosas en la vida y las ha logrado. Doña Mari es una MADRE”.

Nuestra vecina institucional ahora tiene 70 años, progresa en su tienda y sigue formando parte del consejo directivo y colaborando con la institución en lo que esta a su alcance.