ÁLVARO DE LA CRUZ VIILA RENDÓN
Por
Susana Ochoa Uta de 7º1
El personaje que se abordará este artículo, es uno de los coordinadores de la institución
educativa Gabriel García Márquez, nacido en la ciudad de Medellín. Él desde
niño sintió inclinación por el ejercicio
de la docencia, lo demostraba dando clases a sus hermanitos menores, en los
juegos cotidianos de la infancia.
Recuerda cómo organizaba un aula en la sala de la casa, los taburetes del comedor le hacían de sillas y cuenta que su padre le
compró un pequeño tablero, para facilitar su “práctica”. Aún tiene en su memoria el lugar de la ciudad en donde
compraba las tizas para sus clases: cacharrería “La Campana”, cuyos dueños resultaron ser oriundos del municipio de
Montebello en donde ejerció por primera
vez su labor de docente, después de que se graduó de “Maestro Bachiller” de la
Normal Nacional de Varones, hoy Normal Superior de Medellín.
A
la edad de 14 años cantó el Himno Nacional de Colombia, frente a un grupo de
unos 400 estudiantes, en donde se probó frente a un público y lo hizo con
gallardía, estaba en juego lo que tanto le gustaba, la educación. También
recuerda con gran entusiasmo La Escuela “El Carmelo” del municipio de
Montebello, suroeste Antioqueño, allí entregó gran parte de su juventud
dejándole a sus dirigidos grandes enseñanzas como el espíritu de superación, el
respeto hacia las mujeres, los derechos de las mismas, el amor al trabajo y
sobre todo el legado de la honradez y el respeto por la diferencia.
El
profesor Álvaro, no olvida las actividades
culturales en las que congregaba a toda la comunidad, y con las cuales sus estudiantes presentaban bailes, trovas,
poesías, obras de teatro entre otras actividades posibilitadoras de la expresión de la cultura y que la
comunidad valoraba tanto. Por eso recuerda con tanto cariño y nostalgia la
bonita despedida que le hizo la comunidad, cuando los dejó ésta
para estar más cerca de su familia, y en forma muy emotiva, se atreve
a manifestar que: será difícil que a otro docente le expresen tanta
gratitud como la que le brindaron en aquel lugar el día de su partida. Sus
sentimientos brotan, y se le alcanzan a observar unas pequeñas lágrimas.
En
el mismo municipio laboró en la Escuela de Zarcitos y en el
Liceo Mariano de J. Villegas, en
el cual lo quisieron dejar como estímulo a su labor, pero él no aceptó.
En abril del año 2000 llegó a La Escuela Gabriel
García Márquez, hoy Institución educativa, a un grupo primero de 60 niños.
Afirma que ya estaba preparado para ello, pues tenía buenos referentes de lo
que era el trabajo en la ciudad; sin
embargo, aunque al principio fue duro, poco a poco se fue acoplando, y
más, cuando fue sintiendo el calor
humano de sus compañeros y el de la directora.
Como
fue mostrando su amor y dedicación por
el trabajo, en el año 2004 la rectora
Doña Margarita Agudelo, le propone que si aceptaba que lo postulara al cargo de coordinador, el
cual aceptó de inmediato; ya que estaba en su mente, llegar al mismo con
méritos; desde entonces y por concurso docente, ejerce dicho cargo.
Nuestro
coordinador, realizó su pregrado en Educación en la Universidad Santo Tomás de
Aquino de Bogotá, y la especialización,
en la Fundación Luis Amigó de Medellín. En su experiencia laboral ha trabajado
también en Universidades como la Santo Tomás de Medellín y la
universidad Antonio Nariño.
Finalmente
manifiesta que su obra pedagógica, si Dios se lo permite, la termina en esta
institución, en la cual labora muy a
gusto, sintiendo un gran aprecio y entrega por sus estudiantes y comunidad en general; porque a pesar de las adversidades de la
vida, luchan por un gran porvenir para
los jóvenes…y para hacer de Caicedo un
excelente barrio. Por tal razón, a la comunidad siempre le ha manifestado:
“Medellín somos todos“.
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