UNA
MIRADA DESDE EL UNIVERSO
Por
JHONATAN RAMOS RAMIREZ de 7°2
Esta
es la historia de un chico interesado en
el universo y todo lo que en él habitaba.
Le gustaba salir de noche al parque frente a su casa, sólo para contemplar el brillo de las
numerosas estrellas que habitaban en el cielo nocturno. Había una en especial
para él una tan brillante que se le
hacía bella para su vista.
En
la mañana su vida era típica y aburrida para él, pero eso no lo impedía
distraerse en su clase deportiva; ni mucho menos soñar con las estrellas
mientras daban las clases de sociales, mientras el profesor hablaba de la
constitución política, y de lo que paso en el imperio romano, él se
imaginaba descubriendo un mundo nuevo, un mundo en el universo.
Al
terminar la mañana, el joven se dirige a su casa acompañado de su amigo, al
entrar en ella, ve a su madre más que contenta; ella lo recibe con un hermoso
abrazo, y le dice que en su cuarto le espera algo verdaderamente hermoso, él la miro con una sonrisa y corrió hasta su
cuarto y allí estaba un impactante telescopio frente a su cama y ya se
imaginaba en la noche observando las estrellas mucho más de cerca.
Al
llegar la noche, corrió con su amigo inseparable para que vieran juntos las
estrellas, allí estaba la estrella que le intrigaba la que veía con contemplación. Y mientras miraban las
estrellas su madre le daba gracias
a Dios por la familia que tenía,
aunque sólo fuera ella y su hijo; y ya su madre le había dado el beso de buenas
noches, ya se iba a la cama, cuando miró
su telescopio y quiso ver de nuevo aquella estrella, y así lo hizo, pero la miro tan cerca, que notó
que era tan distinta a las demás, que tenía forma de ojo de serpiente, y se
asustó tanto que cerró su ventana y se fue a dormir.
A
la mañana siguiente, no podía concentrarse en su clase de artística, mientras
todos dibujaban algo alusivo al arte antiguo, él dibujaba el ojo de serpiente
que había visto en su estrella. Mientras pensaba en lo que había visto en la
noche, fue golpeado por un balón, y llevado
a la enfermería mientras que el profesor le explicaba a su madre que su hijo
estaba distraído en la clase de balón mano.
Cuando
llegó a su casa le pidió disculpas a su madre por no estar pendiente en
clases, su madre lo regaño y él se disculpó,
y se dirigió a su cuarto a esperar que llegara la noche. Llegó la noche
y él cogió su telescopio lo puso frente a la ventana. Miró el cielo y allí estaba la estrella en
forma de ojo y cada pálpito que daba, le hacía pensar que era un parpadeo y que
desde ese ojo, el universo observaba la tierra. Así pasaron varios días.
Una
noche se dio cuenta de que ya no había estrellas y que aquel ojo no parpadeaba
tanto, como si estuviese agotado y sintió tristeza al pensar que el universo se
agotara ya que él sólo quería ver su esplendor.
Apagó
las luces y se fue a dormir. Mientras dormía, soñaba que podía ver la tierra,
como la hacía el ojo; miró la tierra y se dio cuenta que así como el universo,
la tierra también estaba despareciendo, y allí despertó con el corazón a mil
por hora y con un temor inexplicable.
Al
día siguiente le contó a su amigo lo que sucedía, este no sabía si creerle,
pero se dio cuenta de que su amigo estaba atemorizado, así que le creyó; sin embargo, ninguno de los dos sabía qué
hacer. Al llegar la noche los dos fueron a mirar la estrella y quedaron mucho
más atemorizados. En la noche ya dormido volvió a soñar, se dio cuenta que
desde allí podía ver todo lo que sucedía a la tierra y que la ésta era el
corazón del universo, y por eso, el universo estaba agotado ya que su corazón
estaba contaminado.
A
la mañana siguiente habló con su amigo, y entre los dos decidieron convencer a
todos en la escuela de hacer una campaña ecológica y así poder ayudar al
corazón del universo, ya que con la campaña de su colegio lograron concientizar
a todo el pueblo y luego su campaña ecológica siguió creciendo.
Y
así, el chico veía cada noche desde sus sueños cómo el corazón del universo se
descontaminaba. Allí en aquella estrella el vigila la tierra, dando una mirada
desde el universo.
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