Por: Angie Paola
Torres López 8º3
En la institución educativa
Gabriel García Márquez, sede principal, se está presentando un fenómeno que
afecta no solo a los
estudiantes, sino a toda la comunidad
educativa en general, y más aún a los
procesos que en este claustro se llevan a cabo diariamente. Se trata de la
puntualidad, ya que los jóvenes, generalmente los mismos cada día, están
llegando tarde al colegio y se están perdiendo esa primera hora.
Y es que existe, como reglamento
institucional, la norma de no dejar ingresar al aula estudiantes que lleguen
quince minutos después de haber sonado el timbre, puesto que llegan a interrumpir
el proceso ya iniciado, y a generar
indisciplina; entonces algunos prefieren quedarse fuera charlando o jugando,
sin preocuparse por la explicación, las
actividades y las oportunidades de aprendizaje que se den.
Desde estas circunstancias la administración del colegio y el equipo
docente en general, piensan además que de continuar así, la costumbre se puede
volver hábito, y los jóvenes van a tener serias dificultades en su futuro
laboral, en vista de que en las empresas no son tan tolerantes como en los
colegios, y varias llegadas tarde, pueden generar descuentos y hasta despidos.
Por tal razón la institución ha
iniciado una campaña en pro de la puntualidad, en la cual se están tomando medidas para que esto cambie, y que los estudiantes puedan llegar temprano a clase y que estén en la primera hora para que les pueda ir mejor los
estudios y en su futuro y que no
resulten perdiendo áreas y componentes por su incumplimiento en el
colegio, o lo que es peor aún, pierdan sus empleos al ingresar a la vida
laboral.
En
diálogo con la rectora nos dijo que “la puntualidad es un indicador de calidad
que impacta las diferentes acciones de la vida diaria y en un gran porcentaje influye en el éxito de las personas”; por eso ella
opina que “se debe ser constante en la exigencia a los alumnos, para lograr los
resultados esperados”.
De esta forma, la rectora Margarita Agudelo propone implementar
diferentes estrategias que motiven a los jóvenes a practicar la puntualidad, como por ejemplo: “Control en la puerta de ingreso dando un lapso
de tiempo entre las 6:15 a las 6:25, hora en la cual se cierra la puerta y se
vuelve a abrir 15 o 20 minutos más tarde, y los alumnos ingresan a un salón y
se hace una actividad pedagógica, o se les trabajan reflexiones y cuestionarios;
además ella pasa por los salones felicitando a los puntuales por su cumplimiento.
También hablamos con estudiantes
como Yulieth Asprilla, del grado 8º3, sobre el tema, ella opina que la puntualidad “es fundamental
para la institución y que el método que puso la rectora fue bueno ya que
algunos estudiantes están intentando llegar puntual a la institución”. Por su parte Vanesa López, del grado 8º1, afirma que “la puntualidad
es muy importante. Para conseguir algo se
tiene que ser puntual, que es buena la
norma para que aprendamos a llegar temprano al colegio”.
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